ayunoDentro de la medicina naturista, es muy habitual aconsejar ayunos para favorecer la recuperación natural del cuerpo. Lo cierto, es que para la mayoría de las personas ayunar es considerado como una locura, quizá por el miedo a quedar desnutrido o enfermar.

Si observamos los textos religiosos de la antigüedad, podemos observar que en la mayoría se recomienda el ayuno para conectarse con Dios. Desde luego que romper con las ataduras que nos produce el cuerpo y la carne, nos ayuda a conectar con Dios, pero las razones para ayunar van más allá del ascetismo.

Según investigadores del Instituto del Corazón del Centro médico Intermountain, en Utah, el ayuno reduce el riesgo de enfermedades del corazón y diabetes, según se ha demostrado en un estudio realizado a un grupo de mormones.

Me alegran mucho estos estudios, que confirman que el ayuno beneficia a la salud y que no es una locura de ascetas, iluminados o veganos.

Beneficios del ayuno.

Facilita el descanso fisiológico de los órganos del cuerpo. El cuerpo utiliza mucha energía en la digestión y la asimilación de los nutrientes. Al proporcionarle un descanso, utiliza la energía en procesos de limpieza y regeneración.

El aparato digestivo se purifica. Al no introducir alimentos en el organismo, el intestino deja de acumular residuos en el intestino. El ayuno permite la limpieza y eliminación de residuos e incluso metales pesados del intestino que se han acumulado a lo largo de los años.

Elimina las bacterias de putrefacción. Los restos de alimentos provocan putrefacción y fermentación. Es por ello que aparecen un amplio número de bacterias, algunas de ellas pueden ser perjudiciales. Al no haber alimento para las bacterias, ellas desaparecerán.

Renovación del cuerpo. El ayuno favorece los mecanismos de autorrecuperación y sanación del cuerpo, rejuveneciendo células, tejidos y órganos del cuerpo.

Aumenta la energía vital. Se liberan tensiones musculares y en consecuencia aumenta la energía vital.

Incrementa la capacidad digestiva y de asimilación de los alimentos. Al tener el organismo un descanso fisiológico, mejora las funciones no solo del aparato digestivo, si no de las glándulas adyacentes como el hígado, bazo y páncreas. De esta forma, mejora la capacidad digestiva y de asimilación de alimentos.

Mejora la percepción de los sentidos. Durante el ayuno hay una sensación de que mejora la vista, el oído, el olfato y el tacto.

Pérdida de peso. El ayuno puede ayudar a reducir los kilos de más del cuerpo.

Mi experiencia con el ayuno ha sido del todo positiva. Los dos o tres primeros días pasé hambre, sentía tensión, cansancio y nerviosismo. Una vez pasada la fase inicial, comencé a sentir una sensación de paz y como mi energía vital aumentaba. Percibía el mundo de forma diferente, más bello. Es como si me sintiera parte del todo, una experiencia unificadora.

El primer día que comí, tomé verduras crudas y aún creo que fue la comida más rica del mundo. Jamás disfruté tanto de una comida. Ese día aprendí de verdad la importancia de los alimentos naturales y las verduras. Lo cierto es que a partir de ese día, nunca me ha sentado bien una hamburguesa ni ningún tipo de comida procesada. Por algo será… Cuando sales de un ayuno, tu cuerpo te indica todo lo que le sienta bien y mal, claro que, con el tiempo vuelve a acostumbrarse.

Aquellos a los que les parezca muy duro un ayuno total, pueden hacer una monodieta con una sola fruta de temporada. Es muy recomendable la monodieta de uva para mejorar el cutis y la de naranja para el asma.

Habla con tu médico o nutricionista antes de comenzar un ayuno, sobre todo si padeces alguna enfermedad.

Existen testimonios de curación de enfermedades gracias al ayuno, algunas incluso podrían considerarse como milagrosas. Anímate a probar tres días. Si tienes fuerza, igual puedes aumentar a 7 o 21.