OTITIS

La otitis es la una inflamación del oído, causada generalmente por una infección. Según donde se produzca la inflamación, podemos clasificar la otitis en externa o media. A su vez también puede ser crónica o aguda.

Es recomendable visitar al médico en caso de otitis, debido a las posibles complicaciones y también porque la infección puede estar causada por cuadros más complejos como puede ser la meningitis o la encefalitis.

En la fase aguda, se presentan síntomas como: dolor de oído, fiebre, tinnitus, astenia e irritabilidad.

Actualmente el tratamiento para la otitis, consiste en la suministración de antibióticos para erradicar la infección.

En la medicina natural, existen algunos remedios útiles para la prevención. Son indicados para aquellas personas cuyos resfriados suelen derivar en infecciones de oídos.

Limón. Beba todas las mañanas el jugo de un limón con agua tibia para desintoxicar el organismo.

Lavado de nariz. Lávese la nariz con suero fisiológico o agua con sal marina para eliminar las secreciones.

Compresas. Las compresas calientes de manzanilla o lavanda reducen el dolor.

Masaje. Cuando comiencen las primeras molestias, realice un suave masaje en el contorno del oído. Para ello introduzca en una cucharada de aceite de almendras una gota de aceite esencial del árbol del té, una gota de lavanda y otra de manzanilla.

Cloruro de magnesio. Tomé una solución de cloruro de magnesio a los primeros síntomas.

Equinácea. Consuma equinácea para prevenir el resfriado y la gripe.

Plata coloidal. Toma plata coloidal durante un breve período de tiempo para tratar la infección. En el caso de que no remita, acuda a su médico.

Sello de oro. Es recomendable cuando hay exceso de mucosidad. No se debe consumir al comienzo de un catarro.

Moxibustión: La artemisa utilizada en Medicina China, es muy efectiva para la otitis y para aliviar el dolor.

Como consejo final, lo importante es la prevención de los resfriados reforzando el sistema inmune. Se recomienda una dieta rica en frutas y verduras y baja en hidratos de carbono refinados y lácteos para reducir el moco. Pueden hacerse vahos para liberar las vías respiratorias.