PERDON

Es muy complicado tener una vida plena y satisfactoria si estamos sumidos en el dolor y el resentimiento. Perdonar no implica olvidar lo que te ha sucedido. Perdonar es liberarse del dolor, curar las heridas.

El perdón te permite rehacer tu vida y avanzar hacia un futuro lleno de posibilidades. Muchas veces se abren muchas puertas frente a ti que no ves porque estás invadido de dolor y de odio.

Tú eres el único responsable de tu vida. Cuando centras tu vida en los demás, haciendo que otros sean los responsables de tu forma de vida, significa que le estás dando demasiado poder a otros en vez de a ti mismo. Si tu agresor continúa haciéndote daño, quítale el poder. Tú puedes pensar, sentir y hacer tu vida por ti misma. Si lo sientes necesario, haz cambios.

Reconoce tus sentimientos. Es recomendable ponerse frente al dolor y sentirlo profundamente. No lo pagues con los demás ni lo escondas, simplemente siéntelo y deja que se vaya solo. Tú no eres tus emociones, ni tu dolor. ¡Eres mucho más que eso!

¡Exprésate! Dile a la persona que te ha herido cómo te sientes. Si no puedes o no quieres hacerlo, busca técnicas de liberación emocional. Sube a una montaña y grita, pégale a un saco de boxeo, escribe una carta expresando todos tus sentimientos o haz hipnosis.

Ponte en el lugar del otro. Todos tenemos una cultura, experiencias vitales que nos hacen comportarnos de una forma determinada. Intenta ponerte en el lugar del otro para entender las razones de su comportamiento. ¿Ha podido entenderte mal? ¿Ha querido hacerte daño? ¿Es tan grave?

¡Entrégale el dolor a Dios! Cuando te invadan los pensamientos negativos, entrégaselos a Dios y perdona a quien te dañó. Si no eres creyente, visualiza como introduces tu dolor en una caja que vuela y desaparece en el espacio sideral. Deja que ahora entre la paz.

No olvides que perdonar es liberarte de las cadenas del dolor, la ira y el resentimiento. Perdonar implica vivir en paz y felicidad. Observa tu vida como una experiencia que te hace madurar y crecer. Permítete ser libre y rompe con las cadenas que no te permiten avanzar.

¡Si perdonas, tú serás el primer beneficiado!