miedo

El miedo es una respuesta natural ante un peligro. En un principio, el miedo es algo saludable, porque nos permite evitar una situación dolorosa y establecer un mecanismo de defensa.

En el caso de que nos encontremos ante un león en la selva, el organismo aumenta la adrenalina, la presión arterial, el sistema límbico fija su atención en el león amenazante, el corazón bombea con mayor rapidez, etc. Esta manifestación fisiológica, permite que escapemos del peligro.

En la sociedad actual, muchas personas padecen de miedos irracionales o neurosis, imaginando el peor de los escenarios posibles en sus vidas.

Nuestro sistema fisiológico reacciona ante un miedo real igual que ante un miedo irracional. Esto puede conllevar a ataques de pánico y problemas de salud de tipo psicosomático.

Los problemas de salud se producen porque nuestro organismo está preparado para realizar cambios fisiológicos para evitar peligros puntuales, no para permanecer permanentemente alterado y en estado de alerta a causa del miedo y el estrés.

La cuestión es ¿Cómo puedo superar el miedo?

La única forma de superar un miedo es enfrentándose a él. Visualiza eso que tanto temes como si ya si te estuviera sucediendo. Observa y no te enfrentes a ello. Seguramente te darás cuenta de que ese miedo es irracional y poco a poco perderá fuerza.

Uno de los miedos más complicados de superar es el miedo a no ser amado. Este miedo se basa en el apego. Cuando amas, lo haces sin esperar nada a cambio, desde la libertad. Si buscas complacer para sentir afecto, estás recogiendo sucedáneos de otros y te mereces más que eso.

Si quieres ser amado, ama de verdad, sin esperar nada. Puede que el miedo no quiera marcharse fácilmente, pero tú descubrirás lo bello que es ser uno mismo, en libertad. Si lloras por amor, darás lástima. Si complaces por obtener amor, obtendrás migajas de afecto. El amor nace del corazón y no se puede exigir. Mantén tu dignidad.